Argumento de Los Viaductos de Albentosa
Ilustraciones y diseño del libro por Gonzalo Tena
Los viaductos de Albentosa es, en primer lugar, una colección de poemas en prosa, escritos por Alejandro J. Ratia. Forma parte de un conjunto más amplio, formado por una segunda parte, titulada El sol de Heráclito, y un colofón titulado Viaje a Levante. Este trabajo obtuvo en 2001 la Ayuda a la Creación Literaria de la Diputación de Teruel, y su redacción se completó entre ese año y el siguiente. Estos poemas en prosa tienen su origen en las experiencias del autor, que, por motivos personales, ha realizado numerosos viajes en tren por la línea Valencia-Teruel-Zaragoza. Detonante del proyecto: el descubrimiento de la vieja línea del tren minero, que acompaña a la actual, en paralelo, a lo largo de muchos kilómetros. Los motivos que se desarrollan con tal excusa son los del doble y del espejo, del transcurso del tiempo y de la inmovilidad cíclica de la naturaleza. Estos poemas cayeron en manos del pintor turolense Gonzalo Tena, amigo del autor, y resultado de ello fue un primer trabajo, realizado al óleo sobre papel. Pero las imágenes que, por fin, acompañan la edición del libro pertenecen a una segunda serie, realizada sobre fotografías tomadas por el propio pintor en sus viajes. El tema del doble, del viajero simétrico, se materializa en los viajes paralelos de Alejandro J. Ratia y Gonzalo Tena. Viajes nada exóticos, siempre entre las mismas ciudades: Logroño, Zaragoza, Teruel, Valencia. Experiencias semanales, repetidas durante años. Tanto el uno como el otro se dejan llevar por los transportes públicos, bien sea el tren o el autobús, y mantienen su atención alerta a los pequeños fenómenos que se desarrollan en sus reiterados trayectos.0