Un cadáver mutilado escondido en uno de los miles de nichos del cementerio de La Almudena y el incendio de una casa rural, agitan las navidades de finales de la primera década del siglo XXI. Dos sucesos separados por más de 500 kilómetros de distancia y sin aparentemente, relación alguna. Una lápida con extrañas inscripciones y un fuego que atraerá las pesadillas de un pasado lejano y deliberadamente olvidado. Dos sucesos que la policía, con el arrogante inspector Marcos Santa Ana al frente, tratará de resolver a través de un viaje colmado de adulteradas pistas que les llevará hasta una de las zonas más recónditas del Alto Aragón. Un trayecto que deparará un desenlace completamente inesperado e imprevisible. Algo que tanto al inspector como a su acompañante, la abogada Sonia Domínguez, les hará ser conscientes de la fuerza del fuego. De su huella; del vestigio que deja a pesar del paso de los años.