¿Cuántas formas posibles tenemos los humanos de vivir eso que llamamos tiempo? Podemos experimentar el enigmático fluido como algo trepidante o exasperantemente lento; lo podemos representar como una cuadrícula rigurosa o como una desafiante espiral que hace por engullirnos; lo concebimos como una línea ondulada que nos mece a su compás o como la estridencia de un odioso despertador; cogemos la ocasión al vuelo o buceamos en el baúl de los recuerdos; tratamos de disfrutar de cada instante o intentamos una mística fuga de los tiempos... El invisible concepto ¿nos destruye o nos hace justicia? Todas estas modalidades, y otras, se expresan en Los Tiempos de los Signos, una obra cuyo autor, con un estilo ameno, irónico, en clave zodiacal y con profusión de citas de muy diversa índole, nos hace viajar a cada una de estas sutiles vivencias, dentro de una novedosa y muy interesante teoría global del Tiempo y de los tiempos.