Es imposible no asombrarse ante los palacios y mezquitas otomanos y los logros arquitectónicos bizantinos que los precedieron, entre ellos la majestuosa basílica de Ayasofya.
Accede a la fuertemente custodiada Topkapi Sarayi y averigua si es cierto todo lo que dicen sobre los encantos de las concubinas del harén.
Regatea con los vendedores en los bazares y aprende qué aventuras te esperan en un baño turco.
Asiste a los extraños rituales de los derviches.
Y si eres atrevido, podrás visitar el mercado de esclavos, unirte a la multitud en una ejecución o degustar los manjares prohibidos en picantes cafés y fumaderos de opio.
¡Nunca encontrás mejor momento para visitar la maravillosa ciudad de Estambul!