«La tragedia de Esquilo es un gran espectáculo musical y poético, heredero de la antigua majestad de la épica y de la lírica coral, con tonos arcaicos y religiosos. Esquilo buscaba deslumbrar, seducir a su público con la combinación de un pensamiento profundo, sublime, y de una forma en consonancia, que arrancara al espectador de la cotidianidad». FRANCISCO RODRÍGUEZ ADRADOS