Ahora parecía más inalcanzable que nunca. Las horas que Sami Argyle pasó en los brazos del italiano Ric Degenoli resultaron ser las más increíbles de su vida hasta que la tragedia lo arrancó de su lado, dejándola con el corazón roto y embarazada. Ric no podía recibir mejor noticia que la de que era padre. Pero tenía algunas cosas que contarle a Sami: era conde y estaba a punto de embarcarse en un matrimonio de conveniencia y sin amor.¿Podrían Sami y Ric llegar a ser una familia a pesar de todos los contratiempos?