Son muchos los sacerdotes de la Iglesia Navarra y en Navarra que clamaron en aquellas horas dramáticas a favor del respeto, de la fraternidad, del perdón y de la paz.
En este libro hemos intentado acercarnos, lo más posible, a la realidad histórica.
No ha sido un trabajo fácil, pero ha valido la pena.
Lo mismo que tuvimos el grado de libertad necesario hace 40 años para iniciar la tarea de rehabilitación de hombres y mujeres represaliados, lo mismo tenemos ahora para dignificar a no pocos sacerdotes que, para defender a los perseguidos, pusieron en juego su propia vida, su libertad, su salud, su bienestar.
No se pretende causar daño a nadie, y mucho menos, a los familiares de las víctimas, a los que en la segunda parte, dejamos bien claro el afecto y el reconocimiento que nos merecen.
Entonces, y ahora, nuestro objetivo era y es la redignificacion de todos, el perdón pedido y el perdón otorgado, la reconciliación