Resulta imposible eclipsar la historia y la influencia de los Stones. Cuatro décadas después, los Stones perduran. Por el camino, han hallado muerto a Brian Jones, Bill Wyman se convirtió en un restaurador retirado y anciano, Mick Taylor abandonó el mejor y también el peor empleo en el mundo del rock, un hastiado Mick Jagger se incrustó un diamante en la dentadura y Keith Richards ha proseguido su búsqueda incesante del riff perfecto.