Una novela que nos traslada a otra época, otra manera de vivir y otras costumbres. Una historia ambientada en la España de los años 50.
Primavera de 1951.Consuelo, a la que todos llaman la Señora, vive en un permanente estado de hastío: la agotan sus dos hijos pequeños, su madre y criada, la asquea su matrimonio concertado y la asfixia su pueblo. Todo cambia el día en que su marido es invitado a participar en el Primer Congreso Nacional de Moralidad en Playas y Piscinas, donde un grupo de elegidos intentará poner coto a las relajadas costumbres de los turistas. Este viaje de toda la familia a una ciudad mediterránea #el sol, la luz, el mar# los abruma y desarma, mostrándoles un nuevo paisaje de libertad, no siempre agradable.
Los pecados de verano es una historia «decente» sobre la rebelión íntima, sobre los arrebatos y el deseo, pero es también un divertido paseo por esa España mojigata y aún dolorida que empezaba a abrirse al turismo, a las suecas y también, a pesar del alboroto, a los bikinis.
Benidorm, 1951. Una historia de rebelión femenina en la España mojigata. Un descubrimiento.