Muchos de ellos si los sacas de Instagram, Snapchat, YouTube o de los programas que utilizan para descargarse música y películas, son tan patosos como el que más. Tampoco tienen ni idea de sus derechos y deberes en esta era digital.
Tampoco los padres salen muy bien parados en esto: a menudo miran para otro lado en cuanto al uso de las mal llamadas nuevas tecnologías ?se les viene llamando así desde ni se sabe hace cuánto tiempo? y esperan que sea en el colegio donde se eduque a sus hijos al respecto, cuando en realidad esa educación tiene que tener lugar sobre todo en casa, y probablemente empezando con la adquisición de las competencias digitales pertinentes por parte de los padres.