A veces tener hermanos es un auténtico PALAZO: tienes que cuidarlos, juegan con tus cosas, te roban espacio en el sofá...
Pero, tener un compinche con quien hacer burradas que vuelven locos a tus padres es LO MEJOR DEL MUNDO.
Queda claro que reírte con tu hermano es divertido, ¡pero contar chistes sobre él es para partirte de risa!