La dramaturgia de Luis Rivano se caracteriza por poner en el centro personajes y ambientes de un Chile, y especialmente un Santiago, que de alguna forma todos tenemos en la memoria. En cada una de sus obras, suben a escena los personajes que forjaron el ambiente más representativo del centro urbano del país, aquellos que llevan en sus venas el esfuerzo del trabajo en el que se pone el cuerpo: los hombres a veces en el matadero y simplemente en las calles, por la noche, muchas de las mujeres. Los matarifes es una obra dura, que desafía al lector con grandes preguntas: ¿el origen social define para siempre la vida de alguien?, ¿es posible cambiar el destino?