Todo empieza con una bala en la cabeza de un profesor de filosofía, padre de dos hijos y cercano a pensionarse... Un melodrama que solo puede hacerlo vibrar Efraím Medina, que está de vuelta después de tantos años de silencio. Con su inconfundible lenguaje sórdido y su humor negro se adentra en la vida de un personaje típico con toda la experiencia atípica que podría tener un filósofo, una vida sexual apasionante, las reflexiones que roban carcajadas y todos los giros inesperados, la búsqueda de un malo que no es malo, las infidelidades que están tan bien justificadas que casi parecen naturales y aprobadas. Una narración que sucede en dos líneas de tiempo (el pasado y el presente de su protagonista), con la angustia de la muerte respirándole en la nuca y su gran preocupación por entender y arreglar su vida y la de sus seres queridos. La culpa por no querer a sus hijos equitativamente, las reflexiones de sus relaciones y el concepto de amor que nadie quiere decir pero todos saben que es, apasionado y real, sin promesas.