Tan ha logrado redescubrir los cuentos de los Grimm y los vuelve a narrar con un nuevo lenguaje visual: los cuentos que se encontraron los Grimm pasan a ser nuevos cuentos que se volverán a encontrar lectores y espectadores gracias a las sorprendentes esculturas de Tan. Todas las esculturas de Tan nos extrañan y nos fuerzan a mirar y a sentir deseos de saber cómo se han elaborado y por qué han salido de los cuentos de los Grimm. Las han sacado de un mundo distinto para instalarlas en un contexto distinto. Y no en vano eso fue lo que hicieron los Grimm con los cuentos que recopilaron, a lo que hay que sumarle la especie de afinidad selectiva que hay entre Tan y los hermanos Grimm. Aunque quizás habría que hablar de afinidad «eléctrica», puesto que Tan ha transformado los cuentos de los hermanos Grimm en obras de arte que se mueven y hablan por sí mismas.