Mientras te sientes seguro en la intimidad de tu cuarto, o con tu teléfono móvil en el bolsillo,
se producen un millón y medio de ataques informáticos al día. La mayoría de nuestros
teléfonos y ordenadores ya están infectados. Los ladrones de vidas buscan suplantar tu
identidad en redes sociales, acceder a tus fotos y vídeos, utilizar tu red wifi y tus correos para
cometer delitos que la Policía te atribuirá a ti... Pero eso solo es la punta del iceberg?
Durante los últimos años he conocido a hackers de sombrero blanco, gris y negro, a
ciberactivistas y ciberpolicías. A espías que utilizan las redes para robar información y a los
yihadistas que distribuyen en ellas su propaganda. He explorado la Deep Web y el negocio
de la pedofilia; y he comprendido cómo la ciberdelincuencia ataca a mi madre, a tu hija, a
nuestros amigos? Los próximos años serán terribles.
He convivido con los acosadores y sus víctimas, y yo mismo me convertí en una.
En el siglo XXI no existe nada más urgente que conocer cómo funciona la red. Porque todos
estamos en ella. Ordenador y móvil son nuestro pasaporte al nuevo mundo.