En mitad de una noche tormentosa, tras un asalto desastroso, Bus, ladrón de guante blanco de profesión, pensaba que las cosas no podrían irle a peor. Se equivocó.Cuando pensó que ya nadie podría perseguirle, que nadie podría encontrarle tras su crimen, que no podrían señalarle por la calle; una niña, en el lugar más inesperado, le llamó por su nombre. ¡Le llamó por su nombre!