De la mano de pensadoras feministas como Monique Wittig, Teresa de Lauretis o Judith Butler, este volumen ofrece una síntesis y una reevaluación fundamentadas en la convicción de que la violencia que suele denominarse «de género» tiene su origen en una determinada manera de interpretar el mundo. Nuestra propuesta sería que la erradicación de esta violencia debe venir acompañada no sólo de la posibilidad de crear políticas más liberadoras de géneros más liberadores, sino de un doble compromiso, individual y colectivo, para transgredir el campo de lo imaginable (el sistema) y edificar unas relaciones más respetuosas entre las personas. Una propuesta que debiera incitar un compromiso ético y político que permita diseñar un nuevo pacto social, capaz de hacer impensable cualquier forma de violencia y de eliminar cualquier imaginario, categoría, identidad o práctica que transforme las diferencias en desigualdades.