Frente a estos planteamientos, hoy omnipresentes tanto en la academia como en los medios de comunicación o en los gobiernos, Juan Ramón Rallo se vale del paradigma de la Escuela Austriaca para refutar todo el desarrollo argumental que el inglés despliega en La Teoría General.
Así, en Los errores de la vieja Economía, el profesor Rallo disecciona críticamente cada uno de los razonamientos que utiliza Keynes para lanzar su diatriba contra el capitalismo y demuestra que el libre mercado, lejos de degenerar en el caos, el desempleo y el estancamiento, como piensan los keynesianos, tiende hacia la armonía de intereses, la cooperación voluntaria de todos los recursos y la prosperidad generalizada.