Salvo calorías, Isabel Reilly no tiene mucho para contar. Su corta vida
parece signada por pésimas decisiones y mala suerte. La bancarrota
económica y una madre que la sueña las 24 horas del día camino al altar
la llevan a aceptar como legítimo esposo a un aspirante a metrosexual
que llora de emoción al escuchar las canciones de Michael Bolton y
sueña en transformarse en un político mediático como su padre.
Así, con un matrimonio recién estrenado que vino fallado, transcurren
sus días sin pena ni gloria confirmándole sus sospechas: «Los cuentos de
hadas solo le ocurren a las demás mujeres». Ella parece resignada a
aceptar su destino, hasta que un accidente doméstico la deja de cara
frente a la muerte. Isabel se salva de puro milagro pero no encuentra
motivos para festejar. Su vida no ha pasado ante sus ojos en flashbacks,
lo cual le genera un crudo cuestionamiento: «¿Hay una VIDA para
repasar?». Al llegar a la conclusión de su franca inexistencia, Isabel
decide que es hor