n los últimos años han sido numerosos los intentos de interpretar la deriva social, política y cultural de Occidente desde las ciencias sociales. Sin embargo, no ha sido tan frecuente abordar dicho análisis desde la producción y la construcción de los discursos de las grandes factorías de sentido, que no solo sirven para legitimar procesos como el de la desregulación sino que además modelan una subjetividad adaptada a un supuesto nuevo espíritu del capitalismo. Nuevo espíritu que no reconoce ningún freno social para sus oportunidades de negocio. La publicidad, el marketing, la propaganda política, la imágenes, las ficciones, los instrumentos tecnológicos, los estilos de vida y las formas de consumo, por citar sólo unos cuantos ámbitos de socialidad, han producido un ingente torrente de nuevos discursos que dan sentido a las prácticas de actores que se desenvuelven en un nuevo modo de regulación o en una nueva forma disciplinaria, caracterizada, precisa y paradójicamente, por la desregulación financiera y la violencia simbólica de la imposición de los códigos del mercado total. Este libro sin duda contribuye a esta reflexión, no tan frecuente, iluminando al lector el complejo mundo de la economía, la empresa y la política de Occidente.