Argumento de Los Diez Mandamientos de Dios Dados a Través de Moisés: Explicados con Palabras de la época Actual
Los Mandamientos de Dios dados a través de Moisés son un don de amor y una ayuda para la vida del Eterno a Sus hijos humanos, extractos de la ley eterna omniabarcante del infinito. La vida es Dios, el Espíritu libre, que es exactamente el mismo en todas las culturas de todo el mundo. El Espíritu libre en todas las culturas de todo el mundo es la diversidad y la plenitud infinita del SER, la Existencia eterna. Cada Mandamiento de Dios es un portal hacia la plenitud de la vida, porque Dios, el Espíritu libre, es la vida.
Desde hace aproximadamente 35 años, el Espíritu libre, el Espíritu del Cristo de Dios, se manifiesta a través de Su profeta, Su portavoz, que también es la enviada de los Cielos: Gabriele.
El Cristo de Dios, el Espíritu libre, no está atado a ninguna religión externa porque -así lo enseñó Jesús de Nazaret, y también lo hace hoy el Cristo de Dios- cada persona es el templo de Dios y por lo tanto no necesita ningún templo, ninguna iglesia de piedra para encontrar a Dios, la Inteligencia universal eterna, el Espíritu eterno, ni para adorarle.
Hoy habla el Cristo de Dios en el Nuevo Tiempo.
Dios, el Eterno, no cambia; Él es el mismo -lo fue ayer, lo es hoy y lo será mañana. Esto también es válido para los Diez Mandamientos de Dios dados a través de Moisés. El Cristo de Dios, que se manifiesta en la época actual, habló en el corazón de Su profeta y enviada de Dios, Gabriele, quien con sus propias palabras y ateniéndose al sentido transmitió lo que es especialmente importante para el Nuevo Tiempo, ya que los dioses-ídolos han aumentado en su diversidad.