Una capital orientalamurallada con montañas anaranjadas, deslumbrante bajo el sol o la inmensa luna, rodeada por un páramo sin horizontes y gobernada por una anciana emperatriz de bondadosa sonrisa y silenciososministros. La noche.La ciudad que un rey ordenó levantar sobre pantanos y bajo helados cielos de piedra. Y el polígonoindustrial con el que felizmente se trajo trabajo y futuro hasta que se decidió negar ambos. El día.Deambulando en la noche y en eldía, un hombre aleja el ayer y olvida el mañanamañana refugiándose en su banco delParque Verde, cerca de un busto de quien nada se sabe, lejos de las luces deGran Avenida, del gran Café Dorado y de las callejuelas de los barrios del sur en las que vive.Sólo un amigo, sólo una bellapsicóloga y sólo un ?lo un camarero que fue médico. Y una sombra: la de losdiez arqueros.Finalista del IV Premio Bubok de Creación Literaria