Hay ciudades que se nos recuerdan a una mujer inteligente y hermosa: fascinantes, impredecibles, a menudo peligrosas, piden que alguien cuente su historia, evocando no solo los hechos sino también el sabor de su piel. Eso es lo que ha conseguido Dimitris Stefanàkis con Los días de Alejandría, una espléndida novela que nos devuelve a los primeros años del siglo XX para contar la tumultuosa vida de Antonis Hàramis, gran comerciante de tabaco, de Élias Khoùri, un libanés que conoce los secretos más turbios de la ciudad, y de Yvette Santon, una mujer libre que muestra sus encantos en los salones más lujosos de los hoteles de Alejandría y luego sube desenvuelta los peldaños hacia las habitaciones mejor amuebladas.