Argumento de Los Diarios de Adán y Eva
Encuadernación: Rústica
El mítico ilustrador Francisco Meléndez cumple sus bodas de acero con el silencio, y las interrumpe momentáneamente para esclarecer lo sucedido en el Edén hace cientos de años. Una muestra de su talento intacto y libérrimo, que el autor celebra desde quién sabe dónde.
Del diario de Adán:
Esta nueva criatura de pelo largo se entromete bastante. Siempre está merodeando y me sigue a todas partes. Eso no me gusta; no estoy habituado a la compañía. Preferiría que se quedara con los otros animales. Hoy está nublado, hay viento del este; creo que tendremos lluvia? ¿Tendremos? ¿Nosotros? ¿De dónde saqué esta palabra?? Ahora lo recuerdo: la usa la nueva criatura.
Del diario de Eva:
Toda la semana lo seguí y traté de entablar relaciones con él. Yo soy la que tuvo que hablar, porque él es tímido, pero no me importa. Parecía complacido de tenerme alrededor, y usé el sociable «nosotros» varias veces, porque él parecía halagado de verse incluido. 0