Argumento de Los Comuneros
La importancia crucial de las Comunidades de Castilla en la historia de España explica que su incidencia haya rebasado el estrecho marco temporal de su irrupción en 1520 y su fracaso final, primero en la batalla de Villalar en abril de 1521 y luego, definitivamente, en la ciudad de Toledo el 3 de febrero de 1522.
Efectivamente, los ingredientes revolucionarios de la lucha liderada por Padilla, Bravo y Maldonado en aquel contexto de principios del siglo xvi no tardaron en convertir su gesta en uno de los mitos fundacionales más relevantes de la lucha política y social por las libertades. De ahí su utilización por parte de los liberales del siglo xix como privilegiado referente y antecedente
histórico de su proyecto político.
Se analiza, desde una perspectiva histórica, esa doble funcionalidad atribuida a la revuelta comunera: su trascendencia en la España del siglo xvi pero también su uso ulterior, no pocas veces mitificado, en el interesante proceso político de construcción de la nación española, iniciado en 1808, y, más recientemente, en el intento de aportar ingredientes de legitimidad a la identidad autonómica castellana y leonesa durante la transición a la democracia.1