Mirar, visualizar y, ahora último, escanear, son acciones habituales en la comprensión del quehacer informativo de un periodista. Ellas dan cuenta de una forma de obrar, así como también refieren a una actitud y una disposición permanentes para enfrentar y procesar los acontecimientos de la realidad. Sin embargo, lo descrito no es más que el primer nivel, entre muchos, de un proceso comunicacional más amplio que incluye el procesamiento de dichas observaciones y la conformación de una versión acerca de la realidad. Es en este punto donde la labor de los corresponsales extranjeros en Chile cobra su trascendencia, pues la construcción de esas versiones genera una imagen de Chile, de sus instituciones y de su sociedad. Los corresponsales extranjeros miran y escanean nuestra realidad, pero no se quedan en eso, sino que, consecuentemente, producen una representación de Chile que viaja y recorre el mundo y que, como tal, se convierte en un modo de definir y entender a un país.