En marzo de 1796, un escribano del regimiento recibe en Chihuahua el encargo rutinario de redactar la escritura funeral del teniente de dragones don Moisés Mújica y Clavijo y enviarla a su familia en Cádiz. Entre los legajos que tiene para ello, hace un inusual descubrimiento: una abundante correspondencia personal en la que el teniente relata a su hermana Flora las penurias y dificultades de la vida en el ejército, siempre bajo la amenaza de un ataque apache, durante la ardua misión de construir un enclave en medio del desierto. La sorpresa del escribano es mayúscula cuando, un año después, recibe de vuelta la escritura de manos de la madre del teniente. La razón es sencilla: ella no tiene hijos.
¿Quién es, entonces, el autor de las cartas? Si el hombre no es más que su historia, ¿basta una historia para confirmar la existencia de un hombre? ¿Existen aquellos con los que mantenemos diálogos que nunca obtienen respuesta?
Los acasos ahonda en esta y otras cuestiones, y lo hace desde las lejanas tierras del desconocido Salvaje Oeste español.