Como dice Kundera: "Para buscar el infinito basta cerrar los ojos". Y para buscar el fondo de la maldad humana basta también con cerrarlos. Irene, una adolescente madrileña, es encontrada muerta en el arcén de una carretera nacional, desnuda y con 22 arcanos de Tarot en la mano. "Desnuda, completamente desnuda, como su madre la trajo al mundo en un complicado parto de nalga". Y ello a pesar de la protección de Bonifacio Seoane, el guardián de los arcanos, el policía de barrio que en dos ocasiones le salva la vida. Irene desaparece del hospital psiquiátrico donde permanece recluida y sólo deja su diario? Sin embargo, más allá de esta historia aparece un sinfín de personajes secundarios, auténtica fauna urbana, con sus pequeñas tragedias cotidianas: Ramiro y su oronda Charito de cien kilos; el transexual Estrellitas; la Amparito, puta y beata; Virginia, la mujer maltratada; el viejo legionario; la seductora Ariadna, su esposa; la guapa enfermerita del turno de noche? y la Invasora. ¿Quién ha matado a Irene?