El 11 de septiembre de 1973, mientras el Presidente Allende se inmolaba en la moneda, en casa de uno de los políticos más destacados del país, Bernardo Leighton, se reunía un grupo de dirigentes de su partido, la Democracia Cristiana. Comenzaron allí la redacción de un documento que condenaba de manera categórica el sublevamiento, independientemente del que emitía la directiva de la colectividad, cuyo texto podía interpretarse como aceptación del levantamiento. Dos días después, el 13 de septiembre de 1973, lo firmaron. Inicialmente fueron 13 y el manifiesto comenzó a ser conocido como "la declaración de los 12", que influiría sensiblemente en acontecimientos políticos posteriores y ocupa un lugar destacado en la historia del Chile contemporáneo. En este libro se narran los entretelones y las circunstancias que le dieron vida, con el testimonio directo de sus protagonistas.