Este libro se basa en la convicción de que el derecho es, fundamentalmente, una práctica argumentativa. Esta característica central del derecho se aprecia con claridad en el proceso judicial. Los diferentes actores del proceso buscan conseguir sus objetivos mediante el uso de los mejores argumentos posibles. ¿Cómo razonan en la práctica los profesionales del derecho? ¿Qué argumentos se pueden encontrar en la vida jurídica cotidiana? Y no solo eso: ¿cuáles son los "criterios de corrección? de un argumento jurídico? Y ¿cuándo un argumento jurídico está justificado? La argumentación jurídica bebe de las fuentes de la argumentación. Una argumentación que abarca un ámbito más amplio más amplio que el del derecho. Ese es el punto de partida de este libro. Todos argumentamos, pero de san aquí indicaciones para que nuestros argumentos sean correctos. Y desde ese arranque se centra la cuestión en las peculiaridades de la argumentación jurídica y en los buenos usos de determinados argumentos.