Se trata de la confesión personal de fe de alguien que ha transformado de manera profunda el pensamiento teológico en el mundo entero. Pero, si se dejan a un lado la erudición científica, el lenguaje cargado de fórmulas teológicas y el ingenioso edificio de la teoría, ¿qué queda entonces como núcleo de la fe? ¿Qué necesito para mi vida?, se pregunta a su vez Küng. ¿Qué considero irrenunciable?
Hans Küng escribe sobre la «confianza en la vida», la «alegría de vivir», el «sentido de la vida» y el «sufrimiento vital», ofreciendo con ello una summa de su propia existencia y de su más íntima esperanza. De este modo, la completa visión religiosa del mundo de este pensador y teólogo universal queda concentrada en las preguntas esenciales que toda persona se hace: ¿qué puedo creer?, ¿en qué puedo confiar?, ¿qué puedo esperar?, ¿cómo puedo configurar mi vida?