Younes sólo tiene nueve años cuando su padre, arruinado por un especulador, pierde todas sus tierras. Totalmente agobiado, resuelve confiar el niño a su hermano, un farmacéutico integrado en la comunidad occidental de Orán. Es un sacrificio enorme que hace que acabe perdiendo el respeto por sí mismo.
Pero los ojos azules de Younes y su aspecto angelical ayudan al chico a ser aceptado por la clase acomodada de la población. Su nombre ahora es Jonas, y crece entre jóvenes colonos de los que se hace amigo inseparable. Descubrirá con ellos las alegrías de una existencia privilegiada que ni la segunda guerra mundial ni las convulsiones de un nacionalismo árabe en plena expansión pueden perturbar. Hasta el día en que llega a la ciudad Émilie, una joven fascinante que se convertirá en el objeto de deseo de todos ellos y que pondrá a prueba la complicidad fraternal de los cuatro amigos, divididos entre la lealtad, el egoísmo y el rencor que la guerra de la Independencia agrava.
La revuelta argelina será para Younes-Jonas sangrante y fratricida. Los lazos de amistad con sus amigos occidentales y el agradecimiento hacia quienes le han ofrecido una vida mejor no le van a hacer renunciar, sin embargo, a los valores inculcados por su padre y que conforman su identidad: la dignidad, el respeto hacia sus raíces y las costumbres de su pueblo y la fidelidad a la palabra dada, valores que ponen en peligro el amor desgarrador que siente por Émilie.
Yasmina Khadra relata una historia torrencial, apasionada y dolorosa que se despliega desde 1930 hasta el presente y que constituye una valerosa defensa de la doble cultura francoargelina, entre Occidente y el Islam, que, tanto de una parte como de otra, la Historia ha olvidado tantas veces.