El doctor Aristófanes Debron escucha a sus pacientes. Las maravillosas palabras que ellos pronuncian son palabras finales.
«No dejéis ni pensares ni recuerdos escondidos en los pasillos de vuestra mente. Dejadlos correr ¡Los recuerdos flotan! ¡Los recuerdos son tan solo aire!».
La Arquitectura del mundo son pasillos desnivelados que conducen al punto de partida.