Argumento de Llum de Lluna
Siempre se ha dicho que la luna influye de alguna manera en todo el que hacemos. La luna nueva, por ejemplo, es el peor momento para empezar una historia de amor; por el contrario, en luna creciente es el momento más adecuado. En luna llena se consolida hasta que, como la misma luna, empieza a menguar. Y siempre, siempre, con un punto de misterio en cada una de las historias, oculto en la cara eternamente escondida del astro. Hasta que todo vuelve a empezar otra vez... Por eso, a veces, las historias de amor acaban como la luna... Llenas, nuevas, en aumento, extinguiéndose o, sencillamente, desapareciendo bajo el manto de un cielo negro.1