Argumento de Llegada a las Islas
Encuadernación: Rústica
Colección: Sitio de fuego
Alguien que ve llover desde el piso cuarenta de un edificio de oficinas en Tokio, enfermeras con el rostro de la musa de Homero, países habitados por payasos tristes; traficantes, tarotistas, meteorólogos, paisajes de lagos y de torres con mimos de fondo con ganas de orinar; gente que conduce sus automóviles por pueblos fantasma: todo ello desfila por este libro gravitando entre la afasia y el monólogo interminable, entre el diálogo con fantasmas y las visiones con un ritmo de fiebre y de delirio. Con la urgencia de la búsqueda de una realidad que también comprenda la urgencia de la imaginación.
Cuando nada de lo que podemos ver o entender se inscribe en las palabras que antes nos servían, se puede jugar a la invención de otra relación entre las palabras y las cosas. Y habitando esas palabras, reinventando lo que dicen, reinventar las cosas tal y como las imaginamos: lugares soñadas, mezcla de voces y recuerdos, de vidas que pudieron ser y que es mejor que no hayan sido nunca, o son mejor en un poema. Lugares que se siguen buscando, aunque se haya llegado a ellas hace tiempo. Archipiélago de soledades.1