¿Puede escribirse un libro usando las mejores palabras de los grandes escritores de la literatura universal? «Que otros se jacten de los libros que les ha sido dado escribir; yo prefiero jactarme de los que me ha sido dado leer», cuentan que dijo Borges. Y justamente ése parece haber sido el punto de partida de esta extraña y maligna novela. Cárdenas, Simón y Valls se conocen en un colegio de curas del tardofranquismo: son los más díscolos de entre todos los alumnos díscolos. Procedentes de entornos muy contrastados, sus complicidades y entusiasmos se enfocan hacia los libros, el rock, las películas y las drogas. De Barcelona a Madrid, previo paso iniciático por las Baleares, el trío y sus demás compañeros crecen al ritmo de sus respectivas ambiciones y de la necesidad de ganar dinero. Pero todos ellos comprobarán de una manera inesperada cómo la palabra escrita les persigue de un modo sólido, decisivo y diabólico a lo largo de toda su vida. Sabino Méndez nos ofrece en Literatura universal un festín de arte y escritura, una parodia de novela generacional, una reivindicación de la lectura sensible y apasionada. Una apología descarada de la copia, a la vez que una defensa del orgullo y la utilidad de la escritura. Un estilo indiscutible que se manifiesta tanto en la estructura como en la utilización de la lengua; una verdadera prueba de vitalidad literaria.