La fuerza y el descaro, la expresividad arrolladora y el desenfado son algunas de las armas con las que, sutilmente, el Arcipreste de Hita urdió esta obra todavía objeto de controversia: ¿es el Libro de Buen Amor una manifestación del libertinaje medieval o una sátira sobre los efectos del «loco amor»? Pero más allá de cualquier interpretación, y sin ningún género de dudas, lo que esta obra sorprendente y magníficamente escrita garantiza es una lectura llena de diversión y de placer.