¿Quieres saber cómo defenderte de la ignominia? ¿Cómo evitar la depresión de sentir que tienen razón cuando te comparan con la peor escoria de la sociedad, con menos que nada, con algo que no merece la pena ni llevar un collar y sacarlo a pasear? Sigue leyendo.
Los insultos se contagian. Los peores modelos se encuentran en los medios de comunicación. Los más descarados se convierten en los héroes de la audiencia, y de ellos aprendemos, niños y adultos, a tener la lengua muy larga. No podemos permitir que nuestra confianza sea degradada por el desprecio y la chulería de unos pocos. Déjate de remilgos y lucha contra ese vicio aprendiendo a conocerlo y a combatirlo mediante la lectura de este libro.
Aquí encontrarás una historia del insulto, los insultos más utilizados en todo el mundo y los más conocidos y no por eso menos eficaces. Todo es acostumbrarse y pierden su validez.
Víctor de la Piedra
Estudioso y espectador de la vida, lo único que ha hecho es abrir las orejas... y los ojos, que no faltan gestos para decirse de todo sin abrir la boca, o para insultar sin que el aludido entienda la mofa en sus propias narices.
Víctor es un lector incansable que para escribir este libro se ha bautizado en la televisión viendo y escuchando tanta basura como le han permitido sus sentidos.
Basta con salir a la puta calle y relacionarse, sin embargo, para quedar servido; existe un insulto para cada una de las variaciones que convierten a un ser humano en lo que es, una pistrafa, un remedo de conciencia inacabada, un zapato hundido en la mierda, un maldito hijo de... o un cabrón que disfruta con el sufrimiento de sus semejantes.