Argumento de Libertad y Responsabilidad: en Busca de la Armonia
Encuadernación: Rústica
Su Santidad, el Patriarca de Moscú y de todas las Rusias Cirilo (Gundiáyev) nació en Leningrado en 1946. Siguiendo la tradición familiar su abuelo, su padre y su hermano fueron clérigos tomó los hábitos en 1969 con el nombre de Cirilo. Elevado en 1976 al orden episcopal, en 1977 al de arzobispo y en 1991 al de metropolita, fue entronizado en 2009 como Patriarca de Moscú y todas las Rusias. Graduado con honores en el Seminario Conciliar y en la Academia Conciliar de Leningrado, es doctor en teología, profesor de teología dogmática, catedrático de patrología y rector de la Academia Conciliar de Leningrado, así como doctor honoris causa, profesor y miembro honorario en numerosas universidades y academias tanto de Rusia como del resto de Europa. Es autor de varios libros: Formación y desarrollo de la jerarquía y de la doctrina de la Iglesia Ortodoxa Rusa y su carácter sagrado (1971), Desafíos de la civilización moderna: Cómo responde a ellos la Iglesia Ortodoxa (2002), La palabra del Pastor Dios y hombre: Historia de la Salvación (2004), L´évangile et la liberté: Les valeurs de la Tradition dans la société laïque (2006), Libertad y responsabilidad: En busca de la armonía (2008), La Iglesia llama a la unidad (2010). Cuenta, además, con varios centenares de publicaciones, incluidas algunas ediciones periódicas rusas y extranjeras.El presente libro recoge una serie de escritos del tiempo inmediatamente anterior a su elección como Patriarca en 2009, concretamente de entre los años 2000 y 2008, con la excepción del texto titulado ?La unidad de la Iglesia y la renovación de la Humanidad?, conferencia que pronunció en Budapest en 1987. El tema central del libro que el lector tiene en sus manos es la aportación posible e incluso necesaria del cristianismo a la vida en sociedad europea de nuestros días. El autor está convencido de que, sin un vivo amor por la Tradición y sin un claro conocimiento de ella, ni siquiera sería posible la fe y, por tanto, tampoco ninguna aportación sustancial suya a la vida pública contemporánea. Es lo que ha pasado con las interpretaciones del cristianismo que han roto con el principio de Tradición y miran más a la adaptación a la mentalidad moderna que a lo original de la Revelación y de su transmisión en la Iglesia0