Estos segundos ensayos en Antropología del arte siguen y amplían el trabajo iniciado en Meninas, espejos e hilanderas. Ambos libros pueden leerse de modo independiente o conjuntamente. No son partes, sino casos de una misma inquietud por entender mejor cómo nos representamos en nuestro imaginario colectivo la estructura y figura del sujeto bajo la presión de los cambios que sufre la cultura occidental en su modernidad siempre inacabada. Si en el primer libro se estudiaba la irrupción de los valores culturales en el goce y en la creación del arte de la pintura, la poesía y la novela con un solo capítulo dedicado al cine, en estos ensayos el material etnográfico procede de la canción a la que se dedican dos capítulos y del cine, en el que se centran los cuatro capítulos restantes. La observación y las entrevistas, realizadas a lo largo del trabajo de campo entre 2005 y 2011, se suman al recuerdo personal de los años sesenta y ochenta, así como a la memoria de la Transición. El trabajo de cantautores tan singulares como Raimon, Dylan, Valderrama o los Beatles, y de cineastas como Buñuel, Kubrick, González Iñárritu, Ang Lee, Arcand, Frears, Spielberg, Armendáriz o Mulligan, entre otros, constituye tanto una creación como una investigación sobre la figuración del ser humano, según lo moldea el paso veloz y colectivo de la historia. Todos ellos persiguen esa figura, que escapa en la niebla del horizonte de nuestra época, siguiendo la guía del dolor, del gozo, de la libertad, de la transgresión o de la esperanza, hasta alcanzar la tierra firme de la inocencia desde la que cabe empezar de nuevo.