Tales individuos, al quedarse sin una base firme de conducta ética, bien aceptan ideologías materialistas y políticas o bien dejan que su conducta se guste principalmente por el auto-interés.
Sin embargo también encontramos un creciente número de aquellos que buscan alternativas mejores. A ellos la enseñanza del Buda sobre la acción de las Raíces de lo Provechoso y de lo Perjudicial puede ofrecerles un motivo y criterio del Bien y del Mal que no es teológico ni autoritario, sino que está basado en la experiencia propia y que tiene una base psicológica y una motivación autónoma y pragmática.
El Buda ha enseñado que las causas básicas de todo sufrimiento son las Tres Raíces del Mal:
Avidez, Odio y Ofuscación.
Estos tres términos comprenden toda la escala de lo malo, ya tenga éste la mínima o la máxima intensidad: desde la más ligera tendencia hasta la manifestación más burda en actos o palabras.
Las Raíces de todo lo Bueno son también tres:
No-avidez (altruismo, liberalidad, renuncia)
No-odio (benevolencia, compasión) y
No-ofuscación (conocimiento, sabiduría)
Nyanaponika Thera