Juan Gorostidi Berrondo
Han pasado 30 años desde que Peter Sloterdijk preguntara: «¿No es
el tao, en boca de autores occidentales, una especie de comodín que
se juega cuando se trata de prometer más de lo que uno va a poder cumplir?». Los mismos que ha necesitado el tai chi chuan para convertirse en la forma de ejercicio importada de Asia más popular
en Occidente.
Sin eludir que «Oriente representa una de las formas más elevadas
e inaccesibles del romanticismo europeo» (E. Said), y partiendo de
que «saber es preguntar»", esta obra explora en las cuestiones fundamentales que rodean las propuestas del tai chi chuan (cuerpo, salud y marcialidad) con un tono y una perspectiva no ensayadas hasta el momento.
Levantar la mirada combina un acercamiento desde el exterior a estos grandes asuntos para encontrarse con las paradojas que los atraviesan, atreviéndose a buscar pistas, criterios y elementos de traducción desde el interior de sus propuestas prácticas.
Juan Gorostidi Berrondo (San Sebastián, 1956) inició la práctica del tai chi chuan en los primeros 80, entre las fiebres provocadas por las caídas de los úlimos dictadores europeos a la vieja usanza y el muro de Berlín, cuando experimentar con otras vías resultaba perentorio para muchos. Para él el taichi fue, desde el principio, tanto un marco de práctica («artes marciales», qui gong, meditación) como de cuestionamiento por lo que ocurría.
Fundador de Tai Chi Chuan Eskola en 1991, dirige una formación de profesores y distintos programas aplicados a colectivos como músicos o educadores.