La lectura de un clásico como Lev Tolstoi es la mejor cura para el alma, el mejor sistema de apertura del corazón. Pero también muestra el lado contrario, el abismo que puede abrirse entre los hombres. Los clásicos curan, pero también hieren. Tolstoi puede aportar serenidad y comprensión, pero también capacidad de protesta contra la realidad. Es esa la naturaleza salvaje que habita tras la pluma del más clásico y sereno de todos los escritores rusos. El autor tiene en cuenta lo escrito hasta ahora sobre Tolstoi y, sin abandonar el cauce cronológico, destaca su pensamiento, su intención y la evolución de su alma. Eso le permite contrastar sus ideas con las de la sociedad y los autores de su tiempo. Antonio Ríos Rojas es Doctor en Filosofía por la Universidad de Salamanca, y profesor de Filosofía en Viena. Especializado en la Edad Media (Maimónides y el mundo judío) y Contemporánea (Heidegger, Sloterdijk), desde hace años ha orientado su investigación hacia el ámbito de la literatura. Ha publicado numerosos artículos.