LEO. Es una buena mezcla de cualidades muy atractivas y defectos algo exagerados, como exagerada es su personalidad. Leo no puede ser una medianía: o lo es todo o no es nada, o es fuerte y autoritario, o débil e incapaz, pero como signo de fuego tenderá más bien a abrirse camino en la vida que a esperar que la vida decida por él, al fin y al cabo el fuego es activo y dominante.