Si los libros fueran lugares Leida blues sería la taberna en la que nunca te aburrirías, la barra en la que encuentras ese amigo desconocido que grita su inteligencia entre risas, empujones y la complicidad de la noche. Una escritura que esun torrente de poesía rabiosa por vivir y desbordante de energía, de palabras ebrias, brutales e inquietantes. El poeta declama a la noche, a sus habitantes a todo aquello que habita en los bares y en las calles. La lírica es un grito que sólo sabe explicarse zarandeando el presente. El lector queda completamente atrapado con unos versos descarnados, repletos de vida y, también, de una muerte anunciada , cuya aparición hace huella en cada uno de los poemas que conforman Leida Blues. Leida, la camarera que da nombre al libro, prostitutas, borrachos y poetas son los personajes principales en torno a los cuales gira toda esta reflexión de despedida; una declaración de desazón, mientras agonizamos abandonados por los rastros de noches de alcohol y amores perdidos. Versos llenos de euforia en los que el quejido es una celebración de la necesidad del cambio y, a la vez, una diversión hedonista lúcida.