Argumento de Lecciones de Un Pigmalión
Cuando F. Scott Fitzgerald conoció a la autora del presente libro, ya entonces una de las columnistas más famosas de Hollywood, el autor de El gran Gatsby y Suave es la noche emprendió su último y más singular proyecto: una universidad para un solo alumno. Juntos, siguieron el temario elaborado por Fitzgerald, que abarcaba las grandes obras de historia, filosofía, política, música y, por supuesto, de la literatura, desde Shakespeare, Keats, Tolstói, Dickens y Flaubert, hasta Malraux, la Biblia y la Odisea. Durante los últimos dos años de la vida del escritor, que murió de un ataque al corazón en el salón de la pareja pasaba los días inventando bailes para acompañar los poemas de T.S. Eliot, representando escenas de Los hermanos Karamázov o debatiendo apasionadamente sobre el Manifiesto comunista.
Además de un testimonio inédito de la faceta más tierna y desconocida del escritor, los dos años junto a la escritora brindan al lector una conmovedora historia de amor en la que los lazos entre profesor y alumna se van estrechando conforme se adentran en los placeres de dar y recibir una educación a medida, movidos únicamente por el deseo de seguir aprendiendo.1