Pero es también una novela sobre la reconstrucción, sobre las intrigas, obsesiones y disputas de un mundo destruido, donde las fiestas, los encuentros furtivos, los mensajes secretos o las conversaciones amistosas tienen segundas intenciones, un mundo de espías, aventureros y buscavidas en busca de sacar provecho de las cenizas.
Utilizando la ironía como instrumento fundamental de la narración, Stevie Smith nos adentra en la paradoja del dolor en todos los sentimientos humanos con un lenguaje poético en el que es sin duda su libro más importante, y que ha sabido captar en su extraordinaria traducción Andrés Barba.