Su autor, Élie Barnavi, lo dirige a ese "lector occidental" que asiste, confuso y perplejo, a los conflictos que provoca la inmigración o a los sangrientos atentados de "los locos de Dios".
Con diplomática mesura, apabullante fluidez de estilo y conmovedora sencillez, Barnavi firma una obra maestra. Todo un tratado sobre la génesis y la respuesta al fanatismo, en unas pocas páginas que se leen como un relato: de un tirón y con interés creciente.