En la Sicilia de 1945, mientras se halla descansando cerca del convento de Santo Stefano, el obispo de Agrigento sufre un atentado que lo deja al borde de la muerte. Monseñor Peruzzo no es un prelado cualquiera. Es muy querido por el pueblo porque en el conflicto sobre la propiedad de las tierras ocupadas se ha alineado con los trabajadores frente a los latifundistas, así que la noticia de que su vida está en peligro conmociona a toda la isla, y la gente se pone a rezar por su salvación. Pero ni siquiera el mismo obispo tendrá constancia hasta transcurridos muchos años de una de las demostraciones de amor y sacrificio más incomprensibles de nuestro tiempo. En el convento de clausura de Palma di Montechiaro (relacionado con la familia de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, el autor de Il Gattopardo, que tenía el privilegio de poderlo visitar) las diez monjas más jóvenes ayunarán hasta entregar su vida para que Dios salve al pastor. El caso, descubierto casualmente, investigado y relatado de manera magistral por Andrea Camilleri, ha generado una gran polémica en Italia. En este libro espléndido, Camilleri se adentra en un caso que parece provenir de la Edad Media y que pone en cuestión los límites de la obediencia y la fe.