Argumento de Las Noches Frías
Fernando, un profesor de Lengua española, enviuda de su esposa Amparo, también lingüista, cuando muere en un parto de alto riesgo de una hija tan deseada como Olga en Segovia, la ciudad natal de ambos. Quince años después, la ya adolescente que padecía una enfermedad mental se suicida arrojándose desde su casa al vacío. Este nuevo mazazo le origina a Fernando un estado de vacío existencial, cuando está cerca de los cincuenta años, y decide abandonar el instituto de Alicante donde impartía docencia. Sintiéndose culpable de la tragedia de su hija decide emprender una huida hacia delante por carretera. Congenia en un hotel con un ejecutivo discográfico que por una ruta alejada de la autovía le lleva a regañadientes al Club Paraíso, donde alteran clientes con poder. Allí conoce a una prostituta treintañera, la icónica Cristina, que comparte el oficio con seis compañeras sudamericanas traídas por el proxeneta Nistal a través de la trata de mujeres. Fernando siente un apego especial por la chica con una infancia y adolescencia traumáticas y le propone fugarse. Se establecen en un pequeño apartamento del Madrid antiguo donde recuperan la ilusión por vivir, brota el amor y se enciende una irresistible pasión sexual. Encuentran trabajo de camarera y de profesor de academia. El chulo del Club Paraíso, y otros dos personajes siniestros, el cacique y el abogado Santoro, se resisten a perder su joya y envían a unos esbirros que rastrean la ciudad. Cristina queda embarazada de su pareja, el mayor clímax de felicidad que experimentan los dos, pero también supone una preocupación por el peligro acechante1